Camino de la cena de Nochebuena voy en el tren… y me encanta observar a la gente que de una manera u otra transmite sus historias de forma más o menos repetida.
Me encanta imaginarme cuáles serán sus esperanzas, las que dejan en el andén y las que recogen en la estación de llegada…
los problemas, las preocupaciones, los sentimientos, los anhelos y los deseos, los reencuentros y las despedidas, los abrazos y los besos, las lágrimas y las sonrisas…
Creo que un tren da para muchas historias, aunque como en el AVE de Madrid – Valencia sólo hayan 98 minutos de distancia…
Deja un comentario